Sobre zapatos

Estamos en septiembre, se dieron cuenta? De seguro que sí, si ya han pasado nueve días, yo recién reaccioné cuando me di cuenta que tenía que preparar todas las cosas para el pago del impuesto, tuve unos días medios raros, me dio un bajón después me enfermé y aunque pasé agosto invicta, comencé este mes resfriada, pero ya se me pasó y acá estoy, tomándole el peso a que Cronos nos come, ya se acerca el último trimestre del año, comenzamos a dejar atrás la ropa abrigada, levantarse ya no se hace tan pesado porque están más clara las mañanas (al menos eso me pasa a mi), es lindo ver como los jardines se llenan de flores, por acá estos días han estado más calurosos y yo ya me estoy haciendo la idea de que pronto hay que cambiar de zapatos, al menos para trabajar. Adiós botas y botines, hola ballerinas 🙂 Si la ballerinas son mis aliadas en primavera-verano.

Primero decir que admiró a toda mujer que es capaz de subirse a unos zapatos con tacos, yo no tengo ese superpoder. Me gusta ver como hay mujeres que disfrutan caminando con esas rarezas y lo hacen tan bien que ni se les nota que sus metatarsianos estan sufriendo, es como sí los zapatos fueran una extensión de su pie y caminan con todo el estilo de pasarela. Yo soy flaca pero tengo el pie de empaná, el empeine alto y por arto tiempo cuando chica tuve que usar plantillas para pie plano, hacer ejercicios en la arena, hasta aprendí a jugar a las bolitas con mis dedos porque era parte de los ejercicios que debía hacer para que mis piececitos fueran normales, por lo menos funcionó todo eso, pero pucha que me cuesta encontrar zapatos que sean bonitos pero que no tenga taco, porque simplemente los odios y una de las cosas que más pospongo es ir a comprar zapatos. Tengo solo dos pares de zapatos con tacos unos para invierno y otros para verano y cuando me los pongo, para ocasiones especiales e importantes, puro que sufro, es ahí que me acuerdo de las cara de felicidad y glamour que tienen las mujeres que usan tacos y solo trato de imitarlas, también finjo que estoy de los más cómoda y que soy feliz sintiéndome más alta, aguanto el dolor de mis patitas, sí porque me duelen, no se sí a todas les pasa, pero a mi me duelen y no, no soy capaz de sufrir porque sí, así que los evito y prefiero andar cómoda por la vida, además mi trabajo no demanda a que esté siempre con tacos, a menos que yo lo quiera, tampoco es que vaya con zapatillas, pero no, por más actitud que le ponga prefiero ser práctica y no masoquista, al menos en este tema, aunque no dejo de pensar que unos zapatos con tacos siempre serán más lindos y sexis.

A parte de las ballerinas, también me gustan las sandalias que no tiene taco, obvio y los zapatos tipo Oxford se han convertido en mis preferidos porque me parecen que son elegantes y femeninos, tengo dos pares y le he dado como tarro.

Le vienen con todo

Las que creo, y digo creo para no decir nunca, no usaré son las famosas «panchitas» esa moda que se ha vuelto tan popular, el fin de semana pasado me salieron hasta en la sopa y las termine odiando, es que el modelo original de la alpargata ha ido mutando a cosas tan feas, subjetivamente hablando, que no me gustan, no se como que no van conmigo, hay algunas que además del terraplén blanco le llevan brillo y no, mucho pa mi… (Parezco viejaemierda jaja)

Mussho pa mi

Si es por comodidad prefiero y andaría feliz de la vida con zapatillas, las amó, si tuviera que rescatar algo de un incendio, apocalipsis, armagedon, cuestion que sea, yo las salvo a ellas sin duda, son la únicas que no me hacen doler mis patitas, se pueden usar con o sin calcetines, apañan cuando hay que caminar arto, si me toca correr no se me salen y tambien son estilosas porque hay para todos los gustos y ya me imagino cuando sea más vieja usándolas con jeans apretados, pareciendo una vieja lolei.

Perfectas